domingo, 17 de junio de 2012

LAS BRIGADAS INTERNACIONALES: MITO ANTIFASCISTA E INSTRUMENTO STALINISTA




       



Hoy día las Brigadas Internacionales son el paradigma de lucha antifascista, defensa de la libertad, heroísmo, espontaneidad... del altruismo. Si bien de todo esto no están desprovistos los voluntarios que las formaron, analizándolas como institución la realidad histórica y política que se percibe es bastante diferente y se aparta de este mito, que se forma durante su actuación, por medio de una prolífica propaganda, y por medio de los testimonios de los brigadistas (muchos de ellos escritores o intelectuales) en los que verdaderamente demuestran su interés y buena fe en la lucha contra el intento de establecimiento de un poder mediante las armas. Las brigadas son una de las imágenes de la Guerra Civil española que más perdura, y en la actualidad da lugar a películas, canciones, homenajes...  generando las connotaciones citadas anteriormente, sin darle mucha importancia al papel que jugó el comunismo stalinista, si bien este fue el principal artífice de su organización, para que formaran parte de sus maquinaciones políticas aunque siempre tras la máscara del antifascismo.

     En las obras generales sobre la Historia Contemporánea se les asigna un importante papel a las Brigadas, y si bien esto es cierto, obras específicas sobre el tema muestran una no muy eficiente actuación militar y un control por parte del comunismo que tiende a desmitificarlas.

LAS NACIONES Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

     Las interpretaciones de lo que supuso el estallido de la guerra civil española para el resto de naciones son variadas, suponiendo algunas un simple conflicto interno donde otras ven claramente el precedente de la II Guerra Mundial. Intentando sintetizar, se puede decir que la conflagración se debe a motivos puramente internos, a la difícil situación española, pero pronto da la imagen de preludio de la II Guerra Mundial, con una ayuda al levantamiento de parte de alemanes e italianos, ejemplo de  amenaza a la democracia contra la que hay que luchar, y también se percibe la entrada de una fuerza revolucionaria en confrontación con lo anterior. La no intervención pretendía mantener el enfrentamiento como algo meramente interno, retrasando el estallido mundial hasta Septiembre de 1939, pero no pudo contener el efecto que produjo en el sentimiento de los hombres, que se veían en la necesidad de actuar aunque no fuese en su país.

     Debidas al alzamiento de las tropas nacionales el 18 de julio de 1936 se desarrollaran tres importantes acciones diplomáticas. Por un lado,  el desprevenido Gobierno de la República solicitará  apoyo a Francia; por el otro, los nacionales acuden a Alemania e Italia. Para ver con todos sus datos y protagonistas estos entresijos diplomáticos podemos remitirnos a la obra de Fernando Schwartz, aunque aquí expondré brevemente la situación.

     Giral, Primer Ministro español, encargará la petición de material de guerra (aviones) a Francia a Fernando de los Ríos, que llega allí el 23 de Julio. El anterior embajador, Cárdenas, de carácter conservador, dimitirá  ante esta petición de ayuda que será  aceptada por el Primer Ministro francés Blum. Esto desencadenará diversas posturas de la opinión pública ante el temor de una internacionalización del problema civil. Parece ser que la presión ejercida por el gobierno inglés (que si bien no toca el tema en la Conferencia de Londres, pretendía mantener el equilibrio en Europa aun no tomando represalias por la militarización del Rin), fue la que hizo que el gobierno francés se echara atrás en su ayuda a España, lo que es para Santiago Álvarez una "vergüenza política para Francia". Pero la venta de armas y aviones si se realizará a título privado de las empresas.

     Por su parte, Franco, que estaba aislado en el Norte de África, solicitará la venta de aviones de transporte y combate a Italia el 19 de Julio del 36. Mussolini no hará  caso en principio de la petición, pero verá la oportunidad de extender su influencia y de contrarrestar la de la Francia del Frente Popular, además de interesarle las materias primas de la península ibérica y el 30 de Julio serán enviados aviones a Melilla.     La tardanza de la ayuda de Mussolini hizo que Franco se dirigiera a Alemania, donde la petición llego a Berlín el día 23 de Julio. Sin tardanza se enviarán, aunque discretamente, aviones de transporte y de combate, y también personal alemán. Con todo este apoyo las tropas de África pueden subir a Andalucía.
     A la Stalinista Rusia también repercutirá el conflicto. En esos momentos atravesaba una etapa de crisis interna debido a la actividad de los disidentes del régimen, por lo que Stalin no se interesa por el conflicto español. La intromisión de Alemania en este le hace temer que si él interviene también podrían entrar en un conflicto para el que Rusia no está preparado. 

     La República española no le pidió ayuda a Rusia, pero allí tienen lugar algunas reuniones sobre el asunto. El 21 de Julio en Moscú se reúnen el Komintern (Oficina Comunista de política Exterior) y el Profintern (Sindical Internacional Comunista), declarándose en favor de la causa republicana. Todo queda en intenciones. Stalin sigue reticente y no tiene interés en apoyar a la resistencia española principalmente ejercida por la CNT y el POUM. En Praga, el 26 de Julio tiene lugar una reunión prorepublicana y el Komintern llega a la resolución del envío de 5000 hombres armados y mil millones de francos a recaudar por una comisión de comunistas. 

     Mientras tanto, ante el apoyo italiano a los nacionales, los franceses levantan su protesta, ya que ellos se habían abstenido (aunque tenían pensado mandar ayuda a través de México, país abiertamente favorable a la República) y anuncia su intención de enviar armas si las demás naciones no se adhieren al pacto de No intervención que venía proponiendo Gran Bretaña con su política apaciguadora. Alemania, Italia, la URSS acatarán finalmente, y también Portugal. Todo queda en palabras oficiales: los nacionales contaban con el apoyo de material y hombres de Alemania e Italia, mientras que sobre la República recaía el embargo de la venta de armas. 

     Pero lo que nos interesa aquí son las Brigadas Internacionales: el 22 de Septiembre del 36, la entrevista entre el comunista francés Maurice Thorez y Stalin en Moscú dará como resultado el que antes de que finalice ese mes, el último de los mencionados de la orden de la formación de unidades de voluntarios armados bajo la dirección del Komintern.

FORMACION

La Contra-Olimpiada
     Un hecho que contribuyó  al mito de que las brigadas fuesen formadas espontánea y desinteresadamente por parte de voluntarios extranjeros en contra del fascismo fue la existencia de distintas milicias formadas por ellos que intervinieron desde el mismo momento en que se produce el alzamiento. El que estas milicias fueran el núcleo inicial de las brigadas no se corresponde con la realidad.

     El hecho es el siguiente: los Juegos Olímpicos se estaban celebrando en Berlín como un fasto más del nazismo, por lo que el Komintern pretende replicarlos, celebrando en Barcelona lo que se denomina Contra-Olimpiada, la Olimpiada del pueblo, prevista para el 19 de Julio de 1936. El alzamiento del 18 de ese mes frustra las celebraciones y los deportistas cambian su propósito por el de la lucha: aquí se ha solido ver el germen de las Brigadas. Aguilera lo interpreta como la previsión del conflicto por parte de la Komintern, que antes de los acuerdos de Praga tendría ya así a personas dispuestas a combatir en España.

     Estos deportistas actuaran en Barcelona, formando "centurias" cuyos nombres se deben a su procedencia. Sus filas se verán reforzadas por otros combatientes extranjeros. Según César Vidal son en su mayoría antifascistas, anarquistas y socialistas revolucionarios, verdaderos idealistas que ven la oportunidad de llevar a cabo una revolución popular. Ya hemos visto que la supervisión del comunismo ortodoxo no comenzará  hasta la entrevista Thorez-Stalin. Pero los partidos comunistas apoyaron esta actuación, y a Stalin, dentro de la purga interna por la que pasaba, no le vino mal quitarse de encima a muchos exiliados en Rusia y a comunistas no rusos que desconfiaban de él y que en España no molestarían.

     Los nombres de estas centurias demuestran su ideología: Rakosi, Tom Mann, Tchapaiev, Dombrosky... ideología que será el aglutinante posterior de los grupos aún por encima del lenguaje, y como dice Aguilera, hará que el comunismo ortodoxo vea el peligro de su autonomía y se mueva hacia su control por medio de las B.I. a las que se integrarían muchos hombres, pero otros muchos no querían ser instrumento de la Komintern y lucharán al lado de milicianos de la CNT-FAI.

     Aguilera no da cifras respecto a los efectivos que conformaban a estos primeros voluntarios; Schwartz considera que estarían cerca de los 4000, y César Vidal dice que no llegarían al millar. En cuanto a su actuación militar, alemanes e italianos se sitúan junto a los anarquistas Durruti, Ascaso y Ortiz junto al Ebro; centurias italianas van a Baleares, y en Irún actúan rápida y fugazmente las centurias Edgar André, Wroblewsky y Gorizia. Estos últimos son frenados por Mola y se desplazan al centro a cubrir la retirada republicana, siendo mencionados en fuentes nacionales. En definitiva, parece que su aporte a la defensa de la República fue escaso. Hay que tener en cuenta que no eran soldados.
    
La creación de las Brigadas

     Tras la reunión de Praga, la base de operaciones de la Komintern se desplaza a París, donde Aguilera considera que comienza "la gran mentira rusa". Se constituye una Comisión Internacional de ayuda al pueblo español, que promueve la guerra contra el fascismo y pretende reclutar hombres para combatir.
     Stalin aún dudaba. Pero cuando la situación de la República se complica, los dirigentes de los partidos comunistas ven la necesidad de la entrada en combate. En España estaban Thorez, secretario del P.C. francés, que estaba en diálogos con el ahora Primer ministro Largo Caballero, y Luigi Longo, vicesecretario del P.C. italiano que trataba de montar una milicia. Thorez será el que viaje a Rusia a exponer la situación al Politburó el 21 de Septiembre: hace patente la necesidad de la actuación de las Brigadas Internacionales y sugiere que este podía ser el comienzo de un ejercito rojo internacional. Thorez volverá a París con el encargo de ocuparse del reclutamiento.
    
Stalin y la formación de las brigadas

     Aguilera palpa en la formación de las brigadas "maquiavelismo marxista". Considera que el Partido Comunista ruso es el titiritero que maneja en su provecho a las marionetas encarnadas en los comisarios políticos de las brigadas, que revisten el movimiento de ideología y suben la moral de los combatientes.
El plan estaba preparado, a pesar de que Stalin daba ordenes de no actuar. Cuando Stalin vio la impotencia de la República y la intervención de los fascismos en favor del alzamiento está dispuesto a actuar. Cesar Vidal explica que en documentos soviéticos sacados a la luz recientemente se pone de manifiesto que esta decisión se debe a que mediante  España Stalin llegaría a un pacto de no agresión con Hitler, y a que se haría con las reservas de oro del Banco de España, que según Schwartz le serán desembolsadas el 30 de Abril del 37, por un valor de 1.592.851.910 ptas/oro.
    
Reclutamiento

     Del reclutamiento se encargaban todos los partidos comunistas europeos, ayudados por organismos que promulgaban la defensa de los derechos y libertades, como la Liga de los derechos del Hombre o el Socorro Rojo Internacional.
El centro de reclutamiento  más activo estaba en la sede del Partido Comunista Francés, en la calle Lafayete. Sus artífices fueron Thorez, Marty (uno de los siete secretarios de la ECCI, ejecutiva de la Komintern-) y Swierczeski (general Walter, teniente coronel del ejercito soviético). Thorez, Marty y Longo eran los dirigentes, y más abajo en directo contacto con los voluntarios estaban Nino Nanetti y Giuseppe de Vitorio (Mario Nicoleti), en el centro de reclutamiento sito en la avenida Mathurin-Moreau. Otros reclutamientos se realizaban en la Casa de los Sindicatos y otros centros en lugares de París y de Francia. Togliatti reclutaba al personal italiano y Josef Broz (Tito) traía yugoslavos en el "tren secreto".
En la calle Chabrol estaba la oficina técnica y militar, de la que se encargaba Walter como asesor militar (retratado en el Goltz de ¿Por quién doblan las campanas?).
    
Preparación de la base

     José Díaz, del P.C. español estaba ya preparado para la formación de las brigadas. Los voluntarios comienzan a concentrarse en Figueras (unos 500 para el 10 de Octubre), y el 8 ó 9 de octubre Longo va a España. El punto base será el acuartelamiento del 5º Regimiento, en Albacete.
De Marsella embarcarán otros 500 para Barcelona. La CNT reclamaba a estos hombres para el frente de Aragón, pero Líster (comandante del 5º Regimiento) y José Díaz lograron que fuesen directamente a Albacete. Allí confluirán también los pioneros extranjeros que ya han sido mencionados antes: componentes de la centuria Thaelmann (para los que sirvieron de enlace según Aguilera, Hans Beimler y Ludwig Renn), la Gastonne Sozzi y el batallón París.
Longo pondrá  todo su empeño en el acondicionamiento del cuartel. Él mismo, junto al francés Rébiere y el polaco Wisnievski, irá a entrevistarse con Largo Caballero el 18 de Octubre en Madrid para ponerse al servicio de la República, expresando que los voluntarios no militaban en ninguna ideología concreta, y pidiendo apoyo para armarlos y acuartelarlos. Largo Caballero los manda a exponer sus quejas a Martínez Barrios, delegado del gobierno en Albacete, al que según Álvarez no le ponen ninguna condición para entrar en combate. El gobierno español da su apoyo al Komintern, y el 22 de Octubre las Brigadas son oficialmente aceptadas... o más bien  parece ser que impuestas, ya que el cuartel estaba ya montado y Largo Caballero dice en sus memorias que no conocía muy bien sus intenciones, pero la necesidad era acuciante.
    


Alistamiento

     A partir de mediados de Octubre será un gran número de voluntarios el que quiera dirigirse a Albacete. Para ello se tenían que pasar unos trámites burocráticos, que en el caso de los no comunistas eran mucho más lentos, con la razón de investigar su pasado político. Tras esto se les realizaba una inspección médica y se les transportaba generalmente a Perpignan o Marsella de donde partirían a España.   El hecho de que el número de alistados sea a veces muy alto hace que a veces estos trámites se agilicen.
Una vez en la frontera los voluntarios serán victimas de un fraude: se les retiran sus pasaportes, con lo que se les pone en una situación de dependencia y les será difícil su repatriación. No les serán nunca devueltos, sino que son enviados a Rusia para que los agentes del NKVD (policía secreta rusa) se sirvan de ellos y se muevan con soltura por occidente.
El número de voluntarios llega a su cota más alta en Abril del 37, tras la batalla de Guadalajara, pero a partir de ahí cae en picado, ya que la situación en la que se encuentran los brigadistas comienza a tener más difusión: muchos, desilusionados, querían volver a su país, pero por el contrario son victimas de la represión en compañías de disciplinamiento. 
Ante la baja de alistamientos, en las oficinas de reclutamiento se opta por el engaño, diciendo a los voluntarios que serán enviados a trabajar en la industria, siendo el frente lo que les espera.

 ORGANIZACION
    
¿Por qué Albacete?

     La razón más lógica de que Albacete sea escogida como base central es su situación central respecto a los frentes, de los que se halla protegida, y la presencia de una buena red de comunicaciones.
Aguilera, aunque no rechaza las anteriores razones, dice que la principal es que venía bien simplemente a la Junta Delegada del Gobierno, que designaba al General Martínez Monje como jefe de División con base en Albacete.
Álvarez da importancia al hecho de que la población se había mostrado allí muy dispuesta para la lucha contra el fascismo, pero probablemente esto no fuera muy tenido en cuenta.
Se barajaron ciudades como Murcia, Ciudad Real y Cuenca. Albacete tendrá delegaciones en Alicante, Valencia, Barcelona y Figueras. Con la llegada de más personal, algunos grupos se tendrán que desplazar, caso de italianos a Madrigueras, franceses a la Roda, eslavos a Tarazona y alemanes a Mahora.

    
Estructuración

     En la base de Albacete se instalan los mandos superiores, con tres cabezas visibles: André Marty, comandante en jefe; Luigi Longo (Gallo), comisario inspector general y Giuseppe di Vittorio (Nicoletti), comisario político, forman el comité militar. Otro personaje fundamental en la estructuración de las Brigadas es el comandante del Estado Mayor Vital Gayman (Vidal).
Otra gente que está en el comienzo son el doctor Telge (sanidad), Gottwald (asesor político), Ulbricht ( del NKVD), y Lazar Stern (Kleber) como jefe militar.
El comisariado político tiene un papel muy importante en el adoctrinamiento de las brigadas son los comisarios políticos. El Cuerpo de Comisarios políticos es decretado por Largo Caballero el 15 de Octubre. En las BI el cabeza era Longo. Sus funciones se irán ampliando, y se encargarán del Servicio de Propaganda, cuyas publicaciones y mítines son fundamentales en la ideología de los voluntarios.
Vidal se encarga de la estructuración de las BI, que comienza a tomar forma el 15 de Octubre. Longo y otros constituyen batallones, con estos brigadas, que se integrar n en el Ejercito Republicano. Este sistema de brigadas como unidades móviles y con autonomía era invento soviético. En estas Brigadas Mixtas estaba ya basado el ejercito popular español (existían ya 10), y contaban con elementos de infantería, artillería, caballería, ingeniera y servicios. Para la formación de batallones se intenta la homogeneidad lingüística. Se pretendía que seis batallones formaran una brigada, pero generalmente fueron tres. El 22 de Octubre se forma la primera BI, la número IX, aunque Álvarez le asigna directamente el número XI, ya que la primera será integrada finalmente en la XI. Existirá también una escuadrilla de aviación bajo la tutela de André Malraux.
La evolución de las BI presenta muchos cambios, as¡ que resumiendo, la estructura queda reflejada en el siguiente esquema:

(Su numeración obedece al hecho de que, en el momento de integrarse en el Ejército Republicano, éste había constituido ya diez Brigadas Mixtas españolas)

XI BRIGADA

Formada en Octubre de 1936
  • 1er Batallón "Edgar André". Alemanes
  • 2o Batallón "Commune de Paris". Franco-Belgas. Trasladado posteriormente a la XIV.
  • 3er Batallón "Dabrowski". Polacos, húngaros y yugoslavos. Trasladado posteriormente a la XII, XII y 150

XII BRIGADA

Formada en Noviembre de 1936
  • 1er Batallón "Thaelmann". Alemanes. Trasladado posteriormente a la XI
  • 2o Batallón "Garibaldi". Italianos
  • 3er Batallón "André Marty". Franco-Belgas. Trasladado posteriormente a la 150, XII y XIV

XIII BRIGADA

Formada en Diciembre de 1936
  • 1er Batallón "Louise Michel". Franco-Belgas. Trasladado posteriormente a la XIV
  • 2o Batallón "Chapiaev". Balcánicos. Trasladado posteriomente a la 129
  • 3er Batallón "Henri Vuillemin". Franceses. Trasladado posteriormente a la XIV
  • 4o Batallón "Miskiewicz Palafox". Polacos

XIV BRIGADA

  • 1er Batallón "Nuevas Naciones". Trasladado posteriormente al "Commune de PAris"
  • 2o Batallón "Domingo Germinal". Españoles anarquistas
  • 3er Batallón "Henri Barbusse". Franceses
  • 4o Batallón "Pierre Brachet". Franceses

XV BRIGADA

Formada en Febrero de 1937
  • 1er Batallón "Dimitrov". Yugoslavos. Trasladado posteriormente a la 150 como 3er. Batallón y después a la XIII
  • 2o Batallón. Británicos
  • 3er Batallón. "Lincoln", "Washington", "Mackenzie-Papineau". Estadounidenses, Canadienses.
  • 4o Batallón "6 de Febrero". Franceses. Trasladado posteriormente a la XIV

150 BRIGADA

Formada en Junio-Julio de 1937
  • 1er Batallón "Rakosi". Húngaros

129 BRIGADA

  • 1er Batallón. "Magaryk". Checoslovacos. Adscrito a la 45 División
  • 2o Batallón "Dayachovitch". Búlgaros
  • 3er Batallón "Dimitrov". Balcánicos.


     Algunos de los mandos de las BI y sus batallones los mencionaré en el apartado de actuación, pero los cambios serán muy frecuentes. En la obra Santiago Álvarez se da una lista de estos jefes.
Tras las pérdidas del Jarama vemos que las bajas se cubren con personal español en casi todas las brigadas. Ejemplos destacables son que para la primavera del 37 el batallón Rakosi tenía un 80% de españoles, el André Marty un 70%, y la caballería de las BI era un 25% española.
    


Preparación

     Los voluntarios no eran militares, y por tanto desde el primer momento ya se pretendió dar una formación militar. Si al principio es improvisada, luego se irá institucionalizando, y se crean campos para clases teóricas y tácticas y ejercitación del tiro, escuelas militares como la de Pozorrubio.
Los voluntarios estaban provistos de uniforme de paño fuerte, color caqui, con una especie de pasamontañas. Fueron provistos por el P.C.F. y luego por la República española. También tenían insignia (el circulo que puede verse en la portada), y en los panfletos se suele ver un distintivo consistente en una estrella de tres puntas, pero parece que no se utilizó. El uniforme se fue descuidando y en las fotografías rara vez aparecen los brigadistas uniformados.
El armamento republicano era deficiente y victima de la especulación a causa del pacto de no intervención, pero cuando los soviéticos se deciden a intervenir enviaron a España tanques, aviones, fusiles, ametralladoras y morteros. El uso de estas armas por los brigadistas queda constatado en los documentos que adjunta el libro de Aguilera. 
En cuanto a la disciplina, parece que fue bastante dura, y más conforme avanza el tiempo y la moral va decayendo. Marty propugnará que la disciplina debe ser dura para dar cohesión a hombres con heterogeneidad de ideales y sin experiencia militar. Los acontecimientos harán que esta disciplina evolucione a una verdadera represión, la mayoría de las veces injustificada. Las derrotas que sufren las brigadas a comienzos del 37 hacen que muchos voluntarios quieran retirarse (algunos se habían alistado solo por un plazo de tres meses). A otros les desengaña el comportamiento comunista. Irán a sus respectivas embajadas para su repatriación y ante esto los mandos optan por los castigos en campos de reeducación, con juicios sumarísimos y fusilamientos. Muchos de estos actos son iniciativa de Marty, que en casi todas las obras aparece como despiadado (era llamado el "carnicero de Albacete"). Esto le llevará más tarde a su expulsión del PC francés, y ante un comité admite que las ejecuciones por él ordenadas no pasan de las 500. Según Sandor Voros se realizaron muchas ejecuciones en secreto en Febrero y marzo del 37, cuyas principales victimas eran polacos, eslavos, alemanes y húngaros. Otra oleada represiva vendrá  tras el desastre de Teruel y el traslado de la base a Horta, donde incluso se habilitó una prisión para los desertores, los cuales eran buscados con ahínco. Algunas ejecuciones fueron realizadas por el propio Marty.
    

Sanidad

     Antes de que estuvieran formadas las Brigadas Internacionales, en lo que respecta al tema de la asistencia sanitaria, el Socorro Rojo Internacional había creado un cuerpo de médicos y enfermeras, y había enviado ambulancias, uniformes, medicamentos y dinero. De la organización de este servicio sanitario se ocuparía el doctor Telge. De la recluta de personal se encargaban muchas organizaciones en distintos países, como por ejemplo la estadounidense Oficina Médica de la Ayuda a la Democracia española (gran parte del personal sería estadounidense, bajo las ordenes del doctor Barsky).
Se usaban las instalaciones hospitalarias ya existentes, hasta que en Enero del 37 se forma la Centrale Sanitarie Internationale, con centros en Murcia. El servicio en el frente se refuerza, con coches en cada brigada, provistos de material quirúrgico, agua esterilizada y medicamentos. Cada grupo quirúrgico tenía un cirujano jefe, médicos asistentes, enfermeras y otros asistentes. La luz se obtenía de un grupo electrógeno, y para el transporte de heridos se contaba con varias ambulancias. Además, las brigadas XI, XIV y XV contaban con hospitales de campaña. Casi todo el personal era internacional, excepto el equipo cirujano de la XII.
El procedimiento que se seguía con los heridos era el siguiente: eran llevados al puesto de socorro, situados a unos 4 ¢ 5 Km. del frente (caso de los auto quirófanos, a unos 15 Km.). Las redes de hospitales quedaban a unos 30 ¢ 50 Km. del frente.
A fines del 37 se comienzan a crear centros específicos, y a inicios del 37 se constituye la Centrale Sanitaire Internationale, con hospitales en Murcia y Hellín, alejados del frente, y uno previsto para Benicassim. Las obras fueron rápidas y costeadas en un 45% por el Gobierno y un 55% por el 60% del sueldo de los brigadistas. La equipación de los edificios con material fue cosa de la solidaridad internacional. Una farmacia central en Albacete era la que dispensaba las medicinas y el instrumental a las distintas unidades, que si bien estaban destinadas al personal internacional, no negaban la asistencia al resto de heridos. 
Es de admirar la labor de los médicos que vinieron a ayudar  aún a riesgo de sus vidas. La labor femenina en enfermería fue enorme. También destacaron personalidades como el canadiense Norman Bethune, que realizó transfusiones de sangre en le frente, lo que fue un avance, o el doctor Coutelle, que luego realizó importantes trabajos de investigación tumoral.

     Prensa

     Dentro de la Prensa del Ejército Popular, los internacionales tendrán también sus publicaciones, cuyos principales impulsores fueron los comisarios políticos, que pretendían que fuesen un "instrumento de dirección política y militar", según palabras de Longo.
Su publicación era irregular, ya que las circunstancias a veces impedían su publicación. No había un personal que se dedicase exclusivamente a eso.
En sucesivas reuniones los comisarios fueron orientando la forma y contenido de las publicaciones. La estructura de publicación sería piramidal, conforme a la estructura militar. A nivel general se publicaba Le Voluntaire de la Liberté, con ediciones en varios idiomas, y por debajo había publicaciones a nivel de divisiones, regimientos, brigadas, batallones y compañías. parece ser que el total de publicaciones llegó a 71.
La información que se daba en esta prensa era sometida a un exhaustivo control para que no pudiese ser fuente de información para el enemigo en materia de armamento, posiciones, objetivos...
Eran la guía ideológica de los combatientes, que hacían gala de su lucha por la libertad y su antifascismo, y son parte de esa imagen idealizada de las brigadas: la del arrojo y la lucha sin interés político, solo ético. Esta imagen era quizá  la que los comisarios pretendían.
Pero además de medio propagandístico, era el medio en el que los brigadistas podían participar y contar sus vivencias. As¡ encontramos opiniones, poesías, canciones... que dejan entrever el sentimiento de los voluntarios.
En cuanto a como se financiaban, en principio era por sus propios medios y la contribución del comisariado, pero más tarde se pedirá la colaboración de los voluntarios.

ACTUACION

Es difícil dilucidar el verdadero papel de los voluntarios en combate. Si bien no se le puede negar importancia a su actuación en el curso de los acontecimientos, parece ser que ha sido muy sobrevalorada por causa de la propaganda, ya que en realidad da la impresión de que fue poco efectiva, lo que produjo siempre numerosas víctimas entre sus miembros. Aquí intentaré resumir sus actuaciones más importantes.

La entrada en fuego comenzar  el 8 de Noviembre en Madrid, y la brigada pionera ser  la XI, al mando de Kléber. Cuando llegan a Madrid se acuartelan en la zona de Vallecas. Su entrada es triunfal, con un desfile en el que el pueblo agradece a Rusia la ayuda.

Y de hecho, según Vidal, en esta actuación queda claro el control ejercido por Rusia: el jefe del Estado Mayor de la defensa de Madrid, Vicente Rojo, llevaba ya desde el día seis solicitando el apoyo de la XI BI, pero esta no se incorporó a la batalla hasta que no lo ordenó el asesor soviético Goriev. Pero da la impresión que su llegada se prorrogó debido a que las brigadas aún no estaban bien preparadas (ni lo estuvieron después).

     Madrid parecía estar perdido y la propaganda ha hecho que el mérito de su defensa recayera casi exclusivamente sobre los aproximadamente 1900 internacionales, pero los milicianos, arengados por la Pasionaria, ya les habían puesto la cosa mal a los nacionales gracias a que conocían los lugares por donde sus tropas iban a entrar.

Los batallones de la XI BI lucharán encarnizadamente tomando posiciones en la Ciudad Universitaria y el Puente de los Franceses. Estos batallones eran el Edgar André, Dombrowsky y Commune de Paris. Recuperan posiciones en la Casa de Campo, hasta que el 23 de Noviembre los nacionales cesan en su ataque frontal. Pero las perdidas parece que fueron demasiadas. Longo reconoce la falta de organización, pero exalta el valor y heroísmo de la actuación.

De la resistencia se pasará al contraataque por el Cerro de los Ángeles, a cargo de tres brigadas españolas y la XII BI, al mando de Lukacs (Maté Zalka), otro no ruso que no terminaba de gustar a Stalin. Los batallones que la formaban eran entonces el Edgar André (franco-belga), el Garibaldi (italiano), y el Thaelmann (alemán), con un número de unos 1650 voluntarios escasamente preparados y sin apenas apoyo de artillería. El fracaso fue tremendo y no se consigue la posición, con una pérdida de unos 400 hombres. Su actividad continuará en apoyo de la XI, incorporándose el 15 de Noviembre al frente de la Ciudad Universitaria. Al estar peor organizada, las cosas no le fueron nada bien. Esto puede deberse a que Lukacs no era un experto militar. El batallón alemán Thaelmann pasará ahora a la XI, y los otros dos restantes, en un parte del 3 de Diciembre, aparecen en Pozuelo el italiano y en la Facultad de Medicina el franco-belga, lugares en los que las ofensivas nacionales serán más fuertes. Hans Beimler, jefe del Thaelmann y comisario político de los alemanes morirá el 10 de Diciembre tras una ametralladora en una pequeña expedición.

Si bien es cierto que la actuación interbrigadista en la defensa de Madrid durante estos días es indispensable y además tiene un claro efecto moral, parece ser que la propaganda comunista hizo recaer sobre ella todo el éxito, y de esto se quejó ya por aquel entonces el General Rojo.

La lucha de los internacionales continuará al intentar los nacionales rendir Madrid por el norte y cortar la carretera del Escorial. Boadilla será tomada en una experiencia  terrible para los brigadistas, siendo testigo Esmond Romilly, sobrino de Churchill, pero la carretera no será cortada.

Tras esto, a fines de Diciembre, y para descongestionar el frente de Madrid, los mandos de su defensa deciden realizar algunas operaciones de contraataque llevadas a cabo por las Brigadas Internacionales. La XI BI avanzará por la línea Brunete-Boadilla, pero se hallarán en medio del desconcierto y sin conseguir a penas nada. LA XII BI sí que tendrá  un notable avance: Algora es tomada por el batallón André Marty, Mirabueno por el Garibaldi, y el Dombrowsky, trasladado desde la XI para ocupar el hueco del Thaelmann, se hace con Almadrones. 

 LA XIII BI actuará en Teruel, siendo derrotados por unidades inferiores en número y medios. Su jefe era el Alemán Zaisser, llamado General Gómez. Sus batallones eran el Louise Michel (franco-belga), el Tchapaiev (el de "las 21 naciones"), y el Henry Vuillemin (franceses). Son apoyados por la 22 Brigada Mixta y por otras acciones republicanas en Guadalajara. En el aire intervendrá la escuadra de André Malraux (adversario literario de Hemingway). No se ganó terreno y las bajas tienen el porcentaje enorme del 50%.

Peor será la intervención de la XIV BI en el frente de Andalucía, donde el batallón Nueve Naciones ser  sorprendido por tropas nacionales y prácticamente serán aniquilados sus 600 hombres en medio de los olivares. El jefe de la brigada, el General Walter, intentará con los tres batallones restantes tomar Lopera, lo que conducirá a otro desastre total, con innumerables bajas, entre ellas las de los hombres de letras Ralph Fox (comisario) y John Conford. El "pato" lo pagó con su vida Delasalle, que fue fusilado, acusado por Marty de ser un espía franquista.

Con todo esto comienza el desánimo y la crisis moral de los voluntarios, aunque siguen llegando en un flujo que permite constituir otra brigada, la XV, cuyos batallones protagonizaron algunos episodios de la batalla del Jarama. Los nacionales pretenden aislar la capital y para ello tratan de hacerse con el puente de Arganda el 6 de Febrero del 37. El mando republicano encarga la defensa a Lister y El Campesino y a las BI XI, XII, XIV y XV. El batallón francés de la XII no pudo mantener la defensa del puente cuando el 8 de Febrero los nacionales cruzan el Jarama en una sangrienta arremetida de la caballería mora de Franco, que no pudo mantener su posición gracias a la actuación del batallón Garibaldi.

Por esas fechas es destituido el jefe de la XI BI, Kleber, siendo deportado a Rusia. También se produce la desaparición de Andreu Nin, del POUM. Los voluntarios están cada vez más defraudados con el comportamiento de los comunistas.

La actuación militar de las BI no era eficiente aún derrochando valor y vidas, como es el caso de la XV BI y su batallón British en la Colina del Suicidio el 12 de Febrero. Harris, comandante del Lincoln al que parece que no le funcionaba muy bien la cabeza, rechazaba las ordenes y ponía a su batallón en situaciones muy arriesgadas. Desapareció y fue sustituido por Merriman.

La desavenencia y falta de coordinación entre mandos republicanos y de las BI quedaran patentes en algunos episodios. El 26 de Febrero el Lincoln sufre otro descalabro cuando en una operación de contraataque no puede contar con el apoyo republicano. Sus miembros se negarán a continuar y casi son llevados ante un consejo de guerra. El descontento es general y se dan muchos casos de huida, a pesar de que el Jarama se salda con la victoria republicana y Madrid es salvado de nuevo. Sin embargo Málaga fue tomada por los franquistas, y en su defensa la XIII BI es derrotada. Cayendo en el desánimo los voluntarios pretenden regresar a sus países y la respuesta de sus mandos es la represión mencionada.

En la ofensiva que los nacionales realizan para completar el cerco de Madrid por el nordeste, en Guadalajara, parece que la actuación de los voluntarios de las BI es fundamental para la victoria republicana, aunque esto se debe sobre todo a la obra propagandística del comunismo, si bien el general de los fascistas italianos, Roatta, dijo que los internacionales eran las mejores tropas con las que contaban los republicanos. Pero esto puede deberse a que sus hombres se las vieron con los del Garibaldi, que lucharon tenazmente en el palacio de Ibarra, haciendo incluso una guerra sicológica que hizo que algunos fascistas italianos desertaran a su favor. En esta ofensiva la aviación y tanques rusos tuvieron un importante papel.

Las BI actuaran después en el intento de descongestión de Vizcaya, donde los nacionales estaban realizando su ofensiva, en unos momentos en que la persecución del POUM y la lucha entre anarquistas y comunistas, que  sucedieron en Mayo, habían bajado mucho la moral de las tropas. La intervención de la XIV BI en La Granja tuvo consecuencias desastrosas, con unas mil bajas, y además condujo a sus miembros a la represión por parte del general Walter.

En el intento de tomar Huesca, en Junio, participa la XII BI, con la presencia de Ernest Hemingway. La tropa estaba muy desmoralizada por los suceso de Mayo, en los que se les encargó la eliminación de colectividades anarquistas, y esto fue quizá  lo que hizo que la batalla fuese un desastre. Antes de que se iniciase la ofensiva, el general Lukacs y el comisario Regler sufrieron un grave accidente que costará  la vida al primero, justo cuando el NKVD ya lo estaba reclamando: Stalin lo había condenado a muerte.

Una de las batallas más importantes en las que participan las BI tras la del Jarama ser  la ofensiva de Brunete, durante el mes de Julio. La 11 División pretendía aislar a los sitiadores de Madrid desde el oeste. Para ello había que tomar Brunete. De las BI participaron la XI, la XII, la XIII, y la XV. Se realizó una larga y penosa marcha (en la que la sed hizo que los voluntarios americanos bebieran agua en mal estado), para tomarlo por la retaguardia. La lamentable actuación de la XIII BI, al mando de Kriegger, hizo que se ordenara su desarme, reorganización y "reeducación".

La siguiente batalla en importancia fue la de Belchite, en un avance que pretendía llegar a Zaragoza, del 24 de Agosto al 6 de Septiembre del 37, con participación de las BI XI, XII y XV. El esfuerzo, que movilizó a unos 80.000 hombres, 200 aviones y 100 tanques, fue demasiado grande y con muchas bajas para la poca resistencia con la que contaba el objetivo, pero los puestos de ametralladora bien situados hicieron de la operación un desastre.

Estas dos últimas acciones no lograron evitar que las tropas de Franco siguieran hacia el norte, y además los mandos republicanos vieron confirmadas sus impresiones sobre la escasa aportación militar de las BI. El 23 de Septiembre Indalecio Prieto, ministro de guerra, pretende acabar con la independencia de las BI y con el exceso de influencia ruso lanzando un decreto que las equipara con el Tercio y que las somete al Código de Justicia Militar. No fue aceptado ni por el PCE ni por la Komintern, y en Octubre las BI XI, XIII y XIV actuaron junto a tanques soviéticos en un experimento de guerra relámpago en Fuentes del Ebro que fue un fracaso por su mal planteamiento.

Por todo esto, Indalecio Prieto declaró que en la ofensiva que el ejercito republicano iba a realizar en Diciembre del 37 en Teruel no se contaría con participación de las BI, pero solo diez días antes todas excepto la XIV se trasladaron al frente de Aragón, donde el frío es insoportable. Actuarían cuando las tropas de Franco realicen la contraofensiva, que comienza el 28 de Diciembre y ya no se podrá  parar. A mediados de Enero comienza la retirada, en medio de la nieve y perseguidos por la caballería nacional, y para el 22 de Febrero Teruel está  de nuevo en manos de los nacionales, que iniciaban así su camino hacia el mar. Las bajas y prisioneros de la república serían fatales para la continuación de la guerra. Las BI estaban ya en el filo de la aniquilación, por lo que sus batallones serán ahora en su mayoría españoles.

Franco intentará ahora dividir el territorio republicano dirigiéndose hacia el este. Restos de las BI quedarán dispersos por el norte. El 9 de Marzo del 38 se inicia el avance. El frente republicano estaba totalmente destrozado. Las BI se encontraban  muchas por la zona norte dispersas. En vanguardia solo quedaban la XI y la XV, que sufrieron el golpe y prácticamente se desbandaron. Se envió el apoyo de las demás. La XII y la XIII acudieron, pero el enemigo era imparable. La XII y la XV se hicieron fuertes unos días en Caspe. Pero el 22 de Marzo el ataque franquista retomó fuerzas. En Gandesa el combate fue encarnizado. Las unidades huían en retirada y las que se quedaban eran aniquiladas casi por completo. Para el 5 de Abril solo quedaba luchando el batallón yugoslavo Djakov. Si en el inicio eran unos 1500 combatientes, ahora eran solo un centenar.

Marty reacciona a esta aniquilación ordenando abandonar Albacete y dirigiéndose a Barcelona, situando la base ahora en Horta. En su desplazamiento no dejaron atrás ninguna documentación que no pudieran llevar: la destruyeron. Se desencadena otra oleada de ejecuciones y represión. En la XIV BI abundaron los fusilamientos ante los intentos de deserción. El animo de los soldados estaba por los suelos, por lo que se promueven los activistas, soldados que animen a sus compañeros. Pero esta crisis es definitiva.

En Julio del 38 las BI, formadas ya en su mayoría por españoles, se encontraban preparados en el frente del Ebro para participar en la ofensiva republicana. Parece prometedora: el 25 de Julio a las 0 horas las tropas consiguen cruzar el río por sorpresa, en barcas y sin apoyo a‚reo y causar numerosas bajas y prisioneros a Franco. Actuaron prácticamente todas las BI, con excepción de la CXXIX, que se movió por territorio extremeño y castellano. Se tomaron importantes posiciones, como por ejemplo sierra Cabals, o la sierra de Pandols. Pero el 3 de Agosto se detiene el avance y en las semanas siguientes todo son pérdidas, cuando las líneas nacionales se forman de nuevo y la aviación bombardea las posiciones y puentes republicanos. El 23 de Septiembre fue el último día oficial de combate de las exhaustas BI.


RETIRADA

Ante la Asamblea de la Sociedad de Naciones, Negrín, el 21 de Septiembre, acepta la retirada de los voluntarios extranjeros que luchaban con la República. pretendía acabar con la intervención de la Komintern, que ante la Sociedad de Naciones justificaba la intervención italo-alemana del lado enemigo. Además, su gobierno podía ser aceptado internacionalmente y así obtener material de guerra, teniendo en cuenta que los voluntarios extranjeros poco podían aportar ya en el combate. El 14 de Octubre se crea por la Sociedad de Naciones la Comisión Internacional para la retirada de voluntarios. Según los censos realizados podía haber más de 12.600 interbrigadistas en territorio republicano. Se les dio un acto de despedida muy emotivo el 28 de Octubre, en la Diagonal de Barcelona, pero que no dejó de dar una imagen triste y pobre de los que marchaban. Los voluntarios fueron concentrándose en las líneas ferroviarias de Puigcerdá y Portbou y el puerto de Gandía para ser repatriados, cosa que era un gran problema para alemanes, italianos, polacos, húngaros y austriacos, ya que no serían bien recibidos por los regímenes totalitarios de sus países. La URSS no quería saber nada de ellos.

Muchos de los que no tenían a donde ir fueron los últimos en abandonar el combate. Hasta el 7 de Febrero se pudieron ver restos de las brigadas en Cataluña, cuando ya los dirigentes españoles habían abandonado el país. Cuando el 28 de Marzo del 39 cayó Madrid, entre los prisioneros se encontraban muchos extranjeros que lucharon hasta el último momento.

CIFRAS

En las obras generales se suele dar la cifra aproximada de 40.000 voluntarios. No quiere decir que este fuese el número de efectivos con que las BI contaron en el frente, ya que este puede que no superase nunca los 25.000. Hugh Thomas da una cifra de 30.700, Vittorio Vidali 35.000 y R. de la Cierva exagera hasta los 63.000. Las de muertos apenas son tocadas (3000 según Thomas). Vidal realiza un estudio muy completo, dando máximos y mínimos por nacionalidades, dando un resultado de 39.495 como máximo y de 31.779 como mínimo, y de unos 8.540 muertos.

CONCLUSION

Aunque supongan una necesaria ayuda para la República, las BI no son ningún éxito militar. Pero ejercieron importantes papeles para el comunismo: fueron el instrumento de la Komintern en España, sirvieron a la URSS para hacerse con agentes secretos, proporcionaron pasaportes falsos a los agentes del NKVD, su actuación hizo de la guerra civil el tablero de juego para el pacto de no-agresión entre Stalin y Hitler, y además en ellas los rusos probaron nuevas tácticas de guerra y sirvieron de entrenamiento para los comunistas.    El personal de las BI tuvo distintos destinos: la reclusión en campos de refugiados, un papel activo luchando en la II Guerra Mundial, o un puesto en los servicios secretos soviéticos. Lo cierto es que durante su actuación en España y los años siguientes, se forjó un mito: el de los voluntarios internacionales, cuya lucha estuvo ciertamente llena de sentimiento.

Aguilera Durán, L. Orígenes de las B. I. Editora Nacional, 1974
Alpert, Michael. El Ejército republicano en la Guerra Civil. Madrid: Siglo XXI de España Editores, S.A., 1989.
Álvarez, S. Historia política y militar de las B. I. Compañía Literaria 1996
Delperrié de Bayac, Jacques. Las Brigadas Internacionales. Madrid: Júcar, 1980.
Schwartz, F. Internacionalización de la Guerra Civil Española. Ariel.
Thomas, H. La Guerra Civil Española. Grijalbo-Mondadori
Vidal, César. Las Brigadas Internacionales. Madrid: Espasa-Calpe, S.A., 1998.
Wyden, P. La guerra apasionada. Alcor, 1997 (Novelización)

 José Julio Martínez Valero.
Licenciado en Historia.